BARRIO CHICÓ 1952 – 2015
Si alguien que
visitó a Bogotá en los años 50 volviera hoy, seguramente se preguntaría si se
encuentra en la misma ciudad. Y si recorriera la zona del Chicó, comprendida
entre las calles 72 y 100 y la Autopista Norte y la carrera Séptima, se
sorprendería aún más al ver la notable transformación del sector. Los lotes
arborizados y los grandes jardines que rodeaban las casas y quintas,
generalmente de un solo nivel, desaparecieron. El sector cedió al acoso del
progreso y del comercio, que se levantan sobre las ruinas de lo que hasta hace
poco eran bellos y apacibles barrios residenciales al norte de la capital.
Por: NULLVALUE
Historia:
La palabra "chicó"
viene de la palabra de origen muisca chicú que en español significa
"nuestro aliado". El nombre proviene de la quebrada del Chicú que
nace en los cerros Orientales. Aunque los muiscas no veían al agua como una
deidad, significaba el inicio de la vida, de toda la relación con el vientre de
la madre y su simbología de permanencia.
Según algunos textos que se
encuentran en el Museo del Chicó (uno de los museos más importantes de la
ciudad), esta zona pertenecía al gran cacicazgo de Suba. En 1951 el propietario
de la hacienda y la firma Ospina y cía. constituyen una sociedad para diseñar
el barrio El Chicó.1 Hasta 1954, fue el barrio más al norte de la ciudad, antes
de la creación del Distrito Especial.
La zona era ocupada por extensas
haciendas, donde se cultivaba trigo y se encontraban enormes casas campestres.
Con el tiempo, se formó un incipiente caserío en los extramuros de la ciudad,
habitado por las familias más pudientes de la época: Grau, Valencia, Mejía,
Silva y Diago. La hacienda El Chicó tiene su propia historia. Durante varios
años perteneció a la familia Saiz. Luego fue dividida en Chicó Grande, que
siguió en poder de ellos, y en Chicó Chico, que pasó a manos de los Manrique. En
las postrimerías del siglo XIX las dos haciendas fueron adquiridas por Don José
María Pepe Sierra. Al morir, las propiedades quedaron para sus dos hijas: Chicó
Chico para Doña Clara, y Chicó Grande para Doña Mercedes, que regaló gran parte
del terreno al seminario Mayor de Bogotá.
En 1920 fue inaugurada la Avenida
Chile y poco a poco algunas familias adineradas se pasaron a vivir a esta zona.
Allí se disfrutaba, además del ambiente bucólico, el Parque Gaitán con su gran
lago. De todo esto poco o nada queda hoy. A partir de los años 50 la ciudad se
comienza a extender hacia el norte, acompañada de usos indiscriminados.
Tiendas, panaderías, salones de té, misceláneas, restaurantes, boutiques,
bancos, hoteles, clínicas, embajadas, colegios, universidades, discotecas y
bares comenzaron a confundirse con el sector residencial. Las grandes casonas
fueron demolidas y remplazadas por torres de oficinas y centros comerciales.
Hoy, la zona 4 se distingue por las edificaciones modernas y por la poca
uniformidad en sus diseños.
La zona del Chicó está
conformada, entre otros barrios, por Rosales, El Nogal, La Cabrera, El Retiro,
El Lago, Antiguo Country y El Chicó. Su ubicación estratégica la ha convertido
en uno de los sectores comerciales y financieros más concurridos de Bogotá, en
medio de importantes vías como las carreras Séptima, Once y Quince; la Avenida
Diecinueve, la Autopista Norte y las calles 72, 82, 85 y 100. En los últimos
años también se ubicó allí el área de esparcimiento más grande de la ciudad,
conocida como la Zona Rosa.
Este texto esta basado en información del Tiempo y de Wikipedia