jueves, 3 de septiembre de 2015

Memoria urbana de el barrio Chicó

BARRIO CHICÓ 1952 – 2015
Si alguien que visitó a Bogotá en los años 50 volviera hoy, seguramente se preguntaría si se encuentra en la misma ciudad. Y si recorriera la zona del Chicó, comprendida entre las calles 72 y 100 y la Autopista Norte y la carrera Séptima, se sorprendería aún más al ver la notable transformación del sector. Los lotes arborizados y los grandes jardines que rodeaban las casas y quintas, generalmente de un solo nivel, desaparecieron. El sector cedió al acoso del progreso y del comercio, que se levantan sobre las ruinas de lo que hasta hace poco eran bellos y apacibles barrios residenciales al norte de la capital.
                                                                                                                                      Por: NULLVALUE
Historia:
La palabra "chicó" viene de la palabra de origen muisca chicú que en español significa "nuestro aliado". El nombre proviene de la quebrada del Chicú que nace en los cerros Orientales. Aunque los muiscas no veían al agua como una deidad, significaba el inicio de la vida, de toda la relación con el vientre de la madre y su simbología de permanencia.
Según algunos textos que se encuentran en el Museo del Chicó (uno de los museos más importantes de la ciudad), esta zona pertenecía al gran cacicazgo de Suba. En 1951 el propietario de la hacienda y la firma Ospina y cía. constituyen una sociedad para diseñar el barrio El Chicó.1 Hasta 1954, fue el barrio más al norte de la ciudad, antes de la creación del Distrito Especial.
La zona era ocupada por extensas haciendas, donde se cultivaba trigo y se encontraban enormes casas campestres. Con el tiempo, se formó un incipiente caserío en los extramuros de la ciudad, habitado por las familias más pudientes de la época: Grau, Valencia, Mejía, Silva y Diago. La hacienda El Chicó tiene su propia historia. Durante varios años perteneció a la familia Saiz. Luego fue dividida en Chicó Grande, que siguió en poder de ellos, y en Chicó Chico, que pasó a manos de los Manrique. En las postrimerías del siglo XIX las dos haciendas fueron adquiridas por Don José María Pepe Sierra. Al morir, las propiedades quedaron para sus dos hijas: Chicó Chico para Doña Clara, y Chicó Grande para Doña Mercedes, que regaló gran parte del terreno al seminario Mayor de Bogotá.
En 1920 fue inaugurada la Avenida Chile y poco a poco algunas familias adineradas se pasaron a vivir a esta zona. Allí se disfrutaba, además del ambiente bucólico, el Parque Gaitán con su gran lago. De todo esto poco o nada queda hoy. A partir de los años 50 la ciudad se comienza a extender hacia el norte, acompañada de usos indiscriminados. Tiendas, panaderías, salones de té, misceláneas, restaurantes, boutiques, bancos, hoteles, clínicas, embajadas, colegios, universidades, discotecas y bares comenzaron a confundirse con el sector residencial. Las grandes casonas fueron demolidas y remplazadas por torres de oficinas y centros comerciales. Hoy, la zona 4 se distingue por las edificaciones modernas y por la poca uniformidad en sus diseños.

La zona del Chicó está conformada, entre otros barrios, por Rosales, El Nogal, La Cabrera, El Retiro, El Lago, Antiguo Country y El Chicó. Su ubicación estratégica la ha convertido en uno de los sectores comerciales y financieros más concurridos de Bogotá, en medio de importantes vías como las carreras Séptima, Once y Quince; la Avenida Diecinueve, la Autopista Norte y las calles 72, 82, 85 y 100. En los últimos años también se ubicó allí el área de esparcimiento más grande de la ciudad, conocida como la Zona Rosa.

Este texto esta basado en información del Tiempo y de Wikipedia